miércoles, 22 de mayo de 2013

#37 El origen de las unidades de medida. (Parte III: La edad media.)

Continuamos nuestro viaje para conocer las unidades de medida que utilizamos para describir nuestro mundo y para darle sentido a tantas cosas en la vida, empezando por la economía. En Nicaragua al igual que en otras partes de América Latina, a pesar de los diversos esfuerzos de los gobiernos por estandarizar el uso del Sistema Internacional de unidades de medida (del cual hablaremos en una entrega futura) es común encontrarse con unidades de medida de un origen muy diverso. Encontramos unidades de medida del Sistema Internacional o sus derivadas como el litro en las botellas de bebidas y el centímetro (derivado del metro) conviviendo con unidades provenientes del Sistema Imperial (o Sistema Inglés) como la pulgada, la yarda, el galón, o la libra. Así mismo curiosamente también conservamos en uso unidades de medida de origen medieval europeo heredadas de la colonia española que en el mismo continente europeo han pasado al olvido desde el siglo XIX. En la entrada de hoy aprenderemos sobre este último interesante grupo.

Recreación de un mercado medieval en Óbidos, Portugal. (Foto: http://www.cuenta-atras.com/media/uploads/ImagenesOfertas/minhotour/obidos-cuenta-atras/)


En la edad media europea no existía una regulación general sobre las unidades de medida, pues como vimos en una entrega anterior, al caer el Imperio Romano se perdieron gran parte de las unidades de medida que se habían logrado estandarizar. En la Europa medieval (Y también se puede aplicar al Norte de África, Oriente Medio y Asia Occidental pues había intercambio comercial fluido entre todas estas regiones) cada ciudad (llamada también villa) tenía sus propios patrones que diferían de los de otras ciudades. Esto podía ser un gran problema para los comerciantes. Para ayudarles en su trabajo, a la entrada de cada ciudad y puerto comercial, y con más frecuencia en la plaza del mercado de la villa, en una pared solían haber a su disposición unas muestras de los patrones utilizados en dicha ciudad para que los usaran como referencia. Por ejemplo en esta foto vemos la vara, unidad de medida de longitud de la cual proviene la vara que utilizamos actualmente en Nicaragua. Esta de la fotografía corresponde a la utilizada en la villa de Jaca así como en todas las villas bajo su dominio o gobierno, en el antiguo reino de Aragón (actual España) . La de la fotografía se encuentra en la catedral de la villa.

Patrón de una vara medieval en una pared de la catedral de la villa de Jaca en España. (Foto: Wikimedia Commons)

Los comerciantes y los oficiales a cargo de velar que no se cometieran fraudes en los mercados realizaban copias en madera o metal de estas varas para poder darles uso práctico, como podemos ver en la siguiente figura. En este caso es una composición de dibujo sobre foto en la que se muestra al Almutafaz u oficial designado por el rey para vigilar el orden y legalidad de las transacciones en el mercado, comprobando que una vara de medir de un comerciante esté en acuerdo con el patrón de la villa, en este caso Sos del Rey Católico (que utilizaba también la vara jaquesa). Esa vara patrón en concreto fue tallada en el año 1339. (Más información aquí.)


Oficial Almutafaz comprobando la longitud de una vara de medir comercial.

Algunas veces tenían una definición procedente del uso militar, por ejemplo en ese caso una vara se definía como la distancia entre el centro del pecho y la mano con el brazo extendido y era aproximadamente la longitud de la flecha de un arquero.

También habían patrones para peso, volumen y lo que fuera necesario medir para el comercio. Por ejemplo junto a la vara de medir se colocaban balanzas y recipientes (cántaros, alcántaras) como representación de la unidad de volumen estándar. Sin embargo este sistema podía ser todo un dolor de cabeza ya que prácticamente, no cada reino, sino cada ciudad importante tenía sus patrones propios. En el caso de España y Portugal, los dos reinos principales que heredaron sus patrones de medida a América Latina, sus unidades (así como gran parte de muchos otros aspectos de su cultura) estaban muy influenciados por los utilizados por los árabes del norte de África, que ocuparon gran parte de la Península Ibérica durante la edad media. Esto se nota en el origen árabe del nombre de algunas de estas unidades como la "alcántara", la balanza árabe usada para medir pesos (en realidad masas), o el nombre mismo del oficial del mercado (Almutafaz). 

Imaginemos esta diversidad multiplicada por el número de ciudades que habían en toda Europa, Oriente Medio, Asia Occidental y el Norte de África. Hacía falta una estandarización. Si bien esta no de logró realmente hasta el siglo XIX con el Sistema Internacional, ya desde el renacimiento se hicieron grandes esfuerzos por lograrlo, aunque fuera a lo interno de cada reino o estado. 

Dibujo de Venecia (en la actual Italia) en el año 1500. Venecia llegó a ser uno de los puertos más importantes de Europa y el Mediterráneo durante la edad media, donde llegaban comerciantes desde lugares tan lejanos como China y la India a vender sus productos, lo que obligaba a los comerciantes venecianos a tener un buen dominio de los distintos sistemas de unidades de medida de la época. (Imágen: http://turquistan.wordpress.com/)


En este enlace tenemos una muestra de algunas de las unidades de medida medievales más comunes y su correspondencia aproximada en el Sistema internacional. (Recodemos que las medidas podían variar significativamente de una ciudad a otra).

Aquí hemos visto solo algunas unidades de ejemplo, pero la variedad de ellas a lo largo del mundo medieval era grande, tanto en definición como en valor. En la próxima entrega veremos como con el "descubrimiento" del nuevo mundo por parte de los navegantes europeos algunas de estas unidades medievales llegaron al continente americano y como a su vez las nuevas necesidades comerciales y militares dieron pie a que surgieran nuevas unidades.

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